Cómo mantener fresco a tu gato en verano

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El verano puede ser difícil para nuestros gatos, ya que, a diferencia de nosotros, no sudan ni pueden decirnos si tienen calor. Ante las altas temperaturas, su ritmo se vuelve más lento: duermen mucho y quizá comen menos de lo habitual, buscando lugares frescos donde descansar. 

Si buscas el bienestar de tu gato, es clave anticiparte a sus necesidades y adaptar su entorno para que se sienta cómodo.

Pero ¿sabías que también podemos acompañarles utilizando la geometría sagrada? Te invito a leer el artículo de mi compañera María, de Seres Maestros, donde comparte cómo mantener a tus animales frescos e hidratados usando la Flor de la Vida.

Es importante prestar atención a las señales que indican si nuestro gato tiene demasiado calor. Los gatos son muy sensibles a las altas temperaturas y aunque suelen encontrar lugares frescos donde refugiarse, también necesitan nuestra ayuda para estar cómodos y seguros en verano.

Porque no se trata solo de prevenir problemas graves, como el golpe de calor, sino también de hacer su día a día más llevadero. 

Comportamientos típicos de los gatos en verano

La llegada del calor suele implicar cambios en la conducta de los gatos para afrontar las altas temperaturas. Suelen cambiar su rutina diaria y buscan estrategias para mantenerse frescos y cómodos:

  • Más letargo y menos actividad física: En épocas de calor, los gatos reducen drásticamente su nivel de actividad. Suelen descansar muchas más horas al día, durmiendo largas siestas en lugares frescos y sombreados, como suelos de cerámica o bajo las camas. Evitan correr o jugar intensamente durante las horas más calurosas del día, prefiriendo el reposo.
  • Disminución del apetito: El calor intenso suele provocar que los gatos coman menos. Al necesitar menos energía corporal en verano, muchos gatos comen menos de lo habitual. 
  • Búsqueda de lugares frescos: Los gatos buscan instintivamente lugares frescos y con sombra para refugiarse del calor. Es habitual verlos acostados en el suelo frío del baño, junto a una corriente de aire o en rincones sombreados de la casa. Tenderán a buscar sombra o superficies frescas (como un suelo de baldosas) cuando tienen calor. Si lo ves acostarse sobre baldosas frías o al lado de un ventilador, es porque intenta enfriarse.
  • Aseo frecuente (lamido): Como mecanismo natural de enfriamiento, los gatos aumentan la frecuencia con que se lamen en verano. La saliva que se evapora de su pelaje ayuda a bajar la temperatura corporal. Este lamido es habitual en climas cálidos y complementa su limitada capacidad de sudoración.
  • Rutinas crepusculares: Para evitar el calor del mediodía, los gatos suelen ajustar su actividad a las horas más frescas. Se muestran más activos al amanecer y al anochecer, trasladando sus juegos y paseos a esos momentos del día. Así descansan durante las horas de más calor y aprovechan las mañanas y tardes para moverse y alimentarse.
  • Cambio en su “sociabilidad”: Algunos gatos pueden volverse más retraídos en verano. Pueden preferir lugares tranquilos y evitar el contacto con personas u otros animales hasta que baje la temperatura. Es normal que quieran estar solos en un rincón fresco y muestren menos interés en jugar o recibir caricias durante las horas más cálidas.
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¿Cómo saber si tu gato tiene calor?

El calor excesivo puede poner en riesgo la salud de los gatos, ya que regulan su temperatura de forma distinta a nosotros (tienen pocas glándulas sudoríparas y suelen respirar por la nariz). 

Asegúrate de que siempre tenga agua fresca, sombra y ventilación. Así podrás prevenir golpes de calor y mantener a tu gato seguro y cómodo en días calurosos.

La temperatura de un gato adulto, ronda entre los 37,5–39 °C. Valores más altos son motivo de alarma y por eso es importante reconocer los signos de golpe de calor en un gato:

  • Jadeo (respiración forzada): Si tu gato respira rápidamente con la boca abierta, está tratando de bajar su temperatura y puede estar sobrecalentado.
  • Patas y cabeza muy calientes: el calor corporal puede notarse al tacto. Si al palpar orejas o almohadillas las notas inusualmente calientes, puede indicar sobrecalentamiento. Además, los gatos solo sudan por las almohadillas, por lo que las patitas húmedas o sudorosas también son una señal.
  • Salivación excesiva (babeo): un gato acalorado suele babear más de lo normal. El exceso de saliva es el intento del cuerpo por humedecerse y enfriarse.
  • Aseo excesivo: los gatos se lamen para enfriarse. Si notas que tu gato se dedica demasiado tiempo a lamerse o arreglarse el pelo, es su mecanismo de enfriamiento.
  • Encías o lengua muy rojas (o pálidas): la coloración de las mucosas refleja la circulación sanguínea. Si al abrirle la boca notas las encías muy rojas al tacto, es una señal de alerta.
  • Vómitos, diarrea o debilidad extrema: en casos graves de golpe de calor pueden aparecer vómitos, diarrea, temblores musculares o falta de coordinación. 

Ante la presencia de estas señales físicas, es importante enfriarlo progresivamente y contactar urgentemente con un veterinario. 

Cómo ayudar a tu gato a mantenerse fresco en verano

Te comparto algunos consejos prácticos para ayudar a tu gato a sobrellevar mejor los días de calor. Son fáciles de aplicar y pueden marcar una gran diferencia en su bienestar

1. Hidratación constante y creativa

El pilar básico es el agua fresca. Coloca varios bebederos por la casa (en distintas habitaciones o incluso en el jardín si sale al exterior) para que siempre tenga un recipiente cerca. Revisa el agua varias veces al día y cámbiala para que se mantenga limpia y fresca. Para estimularle a beber, usa fuentes con agua en movimiento, pues a muchos gatos les atrae y consumen más. 

Otra idea refrescante es añadir cubitos de hielo al agua para enfriarla y hacerla más apetecible.

Además, aprovecha los alimentos para subir su hidratación: ofrece o aumenta la comida húmeda (latas o sopitas) pues contienen un alto porcentaje de agua. 

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2. Zonas frescas y en sombra en casa

Asegúrate de que tu gato siempre tenga rincones con sombra y frescos donde refugiarse. En el interior, baja persianas o corre las cortinas durante las horas más calurosas para impedir que entre luz directa. Los gatos adoran los suelos fríos, así que dale acceso a lugares con o baldosa al aire libre o en el baño y la cocina, que suelen ser más frescos. 

Una idea fácil: extiende una toalla húmeda donde le gusta tumbarse; el aire se enfriará por evaporación. En el exterior, si tiene acceso al jardín o terraza, ponle un toldo o sombrilla donde pueda tomar el sol a su aire y también disponer de mucha sombra.

Evita los suelos calientes: el asfalto o las baldosas bajo el sol llegan a temperaturas muy elevadas que pueden quemar sus almohadillas. Procura que tu gato no camine sobre superficies expuestas al sol intenso cuando el suelo es más caliente. 

3. Uso de alfombrillas o superficies refrescantes

Además de los lugares naturalmente fríos, existen productos como alfombrillas o camas refrigerantes diseñadas para perros y gatos. Estas almohadillas contienen un gel que absorbe el calor corporal y puede bajar varios grados la temperatura de contacto. Colocadas en su rincón favorito, le permiten refrescarse sin necesidad de electricidad ni agua.

Si no tienes una alfombrilla especial, improvisa con una botella de agua congelada envuelta en un trapo o toalla y colócala colocados bajo una manta o cojín.

Otra opción es elevar un poco sus zonas de descanso, por ejemplo usando muebles o un columpio para gatos, de modo que el aire circule por debajo y el colchón no esté en contacto directo con el suelo caliente. Estos pequeños cambios harán sus siestas mucho más frescas y placenteras.

donut cama refrescante gatos

4. Snacks y juguetes con agua para gatos

Prepara premios caseros congelados: por ejemplo, mete en el congelador una mezcla de caldo de pollo o atún (sin sal ni condimentos) con trocitos muy pequeños de su comida húmeda preferida. O un snack líquido (tipo “Churu“) y ponerlo en moldes o cubiteras y congélarlo. Cuando estén duros, ofréceselos como si fueran helados: tu gato podrá lamerlos a su ritmo disfrutando del sabor y del frío a la vez. Incluso los clásicos cubitos de hielo pueden funcionar como juguete: déjalos caer en su bebedero, pueden intentar atraparlos con sus patas o lamerlos por curiosidad.

Si a tu gato le gusta el agua, ofrece una piscina pequeña de plástico o un balde con un poco de agua fresca (poco profunda y bajo supervisión). Puedes añadir juguetes que floten para que se entretengan atrapándolos.

5. Cepillado y cuidados del pelaje

El cepillado es vital en verano. Un pelaje limpio y sin nudos permite una mejor circulación del aire sobre su piel. Si tu gato tiene pelo largo, esto es aún más importante: con un buen cepillado lo ayudas a deshacerse del pelo suelto, lo cual le facilitará refrescarse. Usa peines o cepillos adecuados, sin irritar la piel.

Los gatos de pelaje blanco o muy claro necesitan protección extra. Es conviene usar algún protector solar específico para animales (no uses protectores humanos), o en su defecto evita las horas de sol fuerte y asegúrate que tengan sombra y lugares cubiertos.

Otros consejos para el verano

Mantén las ventanas y puertas abiertas para que circule el aire, pero revisa que no haya corrientes fuertes que puedan molestar o causar resfriados. Asegúrate de las ventanas que estén protegidas para evitar accidentes indeseados.

Si tienes aire acondicionado, regula la temperatura para que no baje demasiado (un ambiente fresco, no frío) y evita que el aire apunte directamente al gato.

Evita que hagan ejercicio intenso o juegos agotadores en las horas de más calor. Reserva esos momentos para primeras horas de la mañana o al atardecer.

El verano puede ser una época tranquila y placentera para tu gato si preparas su entorno y cuidas de sus necesidades básicas. Adaptar su espacio, favorecer la hidratación, controlar la temperatura y ofrecerle juegos refrescantes marcarán una gran diferencia en su calidad de vida.

Y si convives con un animal senior, te invito a leer el artículo de Sheila, de Cuatro Colmillos, donde comparte formas de hacer que el verano también sea más llevadero para ellos.

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Hola! Soy Eva Guerra,

especialista en Comportamiento Felino. Te ayudo a comprender a tu gato, mostrándote su punto de vista: pensando como un gato.

Si tu gato tiene problemas de comportamiento y quieres tener una convivencia más armoniosa, contáctame.

También hago: Jardines Aromáticos para Gatos, sesiones de Zoofarmacognosis Aplicada y Flores de Bach para Gatos.

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