La Agresividad Redirigida (AR) en gatos es un problema de comportamiento que puede ser desconcertante y preocupante para las familias con gatos. Se manifiesta cuando un gato, en un estado de excitación o estrés, dirige su agresión hacia un objetivo distinto al que inicialmente lo provocó. Comprender las causas detrás de este comportamiento y saber cómo actuar en caso de un ataque son fundamentales para abordar este problema y garantizar la seguridad y el bienestar tanto de los gatos como de las personas involucradas.
Causas de la Agresividad Redirigida:
- Estímulo Externo: La AR puede desencadenarse por la presencia de estímulos externos que causan estrés o excitación en el gato, como la presencia de otros animales, ruidos fuertes o visitas inesperadas.
- Miedo o Ansiedad: Situaciones que generan miedo o ansiedad en el gato, como cambios en el entorno, visitas al veterinario o interacciones conflictivas con otros animales, pueden provocar AR como una forma de defensa o escape.
- Frustración: Los gatos pueden experimentar frustración cuando no pueden alcanzar un objetivo deseado, como atrapar una presa o acceder a un lugar restringido, lo que puede llevarlos a redirigir su agresión hacia otros objetos o personas.
- Conflicto Social: La presencia de otros gatos u animales en el hogar, especialmente si hay tensiones o jerarquías establecidas, puede ser un desencadenante de AR, ya que el gato puede sentirse amenazado o intranquilo.
Situaciones que pueden darse y cómo gestionarlas:
- Ataque a Otro Gato:
- Separación Inmediata: En caso de presenciar un ataque entre gatos, es crucial separarlos de inmediato para evitar lesiones adicionales. Pero es MUY IMPORTANTE, no usar nunca nuestro cuerpo, manos para separarlos. Se puede usar un cartón, un cojín, etc.
- Supervisión: Después del incidente, supervisar las interacciones entre los gatos y proporcionar un ambiente controlado puede prevenir futuros ataques. El gato que ha atacado debe quedarse en una habitación tranquila, dejándole su espacio y tiempo para que se tranquilice. No necesita mimos, caricias, ni compañía en ese estado de intensidad tan elevando.
- Ataque a Personas:
- Calma y Distancia: Si un gato muestra agresión hacia una persona, es importante mantener la calma y evitar el contacto directo. No mirar a los ojos, no moverse. Y en caso de retirarse, hacer lentamente, siempre dirigiéndonos hacia el lado contrario en el que está el gato y darle al gato espacio para calmarse.
- No Castigar: Evitar castigar al gato después del ataque, ya que esto puede aumentar su estrés y empeorar su comportamiento. Procurar que el ambiente sea tranquilo y calmado, y dejar al gato en una habitación aislada hasta que descomprima.
Manejo de Ataques en la Agresividad Redirigida. Descompresión y Prevención:
- Identificar y Eliminar el Desencadenante: Es fundamental identificar y eliminar o minimizar el estímulo que desencadena la agresión. Esto puede implicar evitar situaciones estresantes o proporcionar al gato un lugar tranquilo y seguro donde pueda retirarse. En muchas ocasiones cómo fue criado el gato y cómo fue su socialización, tiene mucho que ver en este comportamiento. En un porcentaje muy alto, los gatos con AR, fueron destetado o separados de su madre antes de tiempo.
- Ambiente Tranquilo: Proporcionar un ambiente tranquilo y enriquecido para el gato, con áreas de descanso elevadas, juguetes interactivos y rascadores, puede ayudar a reducir el estrés y prevenir futuros episodios de AR. Los gatos que han sufrido un episodio de agresividad redirigida, puede mantenerse durante mucho tiempo en un estado de excitación, nerviosismo y alerta que puede durar días después del estímulo desencadenante.
- Evitar o reducir el contacto con el gato: resulta especialmente importante en estos casos, ya que el gato puede permanecer varios días excitado y nervioso después de un episodio de AR.
- Paciencia y Comprensión: Ser paciente y comprensivo con el gato durante el proceso de descompresión y entrenamiento es fundamental para lograr resultados positivos a largo plazo.
- Supervisión y Manejo: Supervisar las interacciones entre gatos y proporcionar un ambiente controlado puede prevenir conflictos y reducir la incidencia de AR. Separar temporalmente a los gatos en caso de tensión puede ser necesario para evitar incidentes.
- Recuperar el vínculo o relación: tanto si el ataque ha sido a gatos o humanos, el gato con AR puede desarrollar una mala relación con el animal o la persona a quien ha atacado. Usaremos señales de calma y pautas específicas para relacionarnos con el animal si el ataque ha sido a humanos. Si el ataque ha sido fuerte y a otro compañero animal, deberemos hacer una adaptación de los animales, progresiva y sin prisa, hasta que vuelvan a tener una relación normal entre ellos, como antes del ataque.
Pautas para Actuar Después del Ataque:
- Atención Médica: Si hay lesiones en personas o mascotas, buscar atención médica veterinaria o médica de inmediato.
- Registro del Incidente: Documentar el incidente, incluyendo la fecha, hora, circunstancias y cualquier lesión resultante, puede ser útil para futuras referencias y para discutir el problema con un profesional.
- Consulta Profesional: Considerar consultar con un experto en comportamiento animal para evaluar la situación y obtener orientación sobre cómo abordar la AR de manera efectiv
Estudios Relevantes:
- «Redirected Aggression in Cats: 5 Cases (2001-2004)» – Este estudio, realizado por veterinarios en colaboración con expertos en comportamiento felino, analiza cinco casos de AR en gatos y discute los desencadenantes, la presentación clínica y las estrategias de manejo utilizadas en cada caso.
- «Effectiveness of Behavior Modification Therapy for Redirected Aggression in Cats» – En este estudio, se evaluó la efectividad de la terapia de modificación de conducta en gatos con AR. Se encontró que las técnicas de modificación de conducta basadas en el refuerzo positivo fueron eficaces para reducir la frecuencia e intensidad de los episodios de AR.
En conclusión, la agresividad redirigida en gatos es un problema de comportamiento complejo que puede tener diversas causas y manifestaciones. Sin embargo, con un enfoque adecuado que incluya Con una combinación de prevención, manejo adecuado de ataques y estrategias de descompresión, es posible promover un entorno armonioso y seguro para todos los involucrados. Y recuerda, tu gato no está loco, no te ha cogido manía, solo actuaba por miedo, susto o algún elemento que le ha alterado y tu o tus otros gatos estabais muy cerca, en el momento preciso.
No dudes en contactar con un profesional si necesitas ayuda para ayudar a tus gatos a sobrellevar este momento y volver a tener una convivencia armoniosa en tu hogar.