“Me voy de VACACIONES, qué hago con el GATO?” es una pregunta recurrente en consultas en esta época del año. Y es normal: queremos disfrutar de las vacaciones con tranquilidad, pero también asegurarnos de que nuestros gatos estén bien cuidados y lo más tranquilos posible durante nuestra ausencia.
Es importante tener en cuenta que no hay una única opción y que todo depende del gato y de las circunstancias, por eso hay que valorar varios factores: la duración del viaje, la personalidad del gato, su capacidad de adaptación a los cambios, conocer si se estresa con facilidad, si tiene patologías o necesidades especiales, cuál es su edad… Cada individuo es único y es importante VALORAR cada caso de forma PERSONALIZADA.
SI TE VAS POCO TIEMPO (un par de días o una o dos semanas)
Lo más recomendable es se queden en su casa (su lugar seguro). Los gatos son animales territoriales y se sienten seguros en su entorno: está lleno de sus olores, sus escondites favoritos, sus rutinas. Los gatos son animales muy sensibles a los cambios, y los traslados o ausencias largas pueden generar mucho estrés. Por eso, si tu viaje es corto, lo ideal es que alguien de confianza venga a casa una vez al día como mínimo.
Así que SI TE VAS POCO TIEMPO (máximo par de semanas), lo más recomendable es que alguien de confianza venga a cuidarle/s a diario.
¿Qué debe hacer la persona cuidadora?
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Cambiar agua y poner comida.
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Limpiar la bandeja de arena.
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Jugar o acompañar si el gato lo desea.
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Observar su comportamiento y estado de salud y reportarlo a la familia.
En casas con un solo gato, la interacción es especialmente importante. No es solo “ir a poner comida”: su bienestar emocional también cuenta.
Es importante dedicar tiempo a estar con ellos, acompañarlos, jugar (si así lo desean), esto hará que el gato no se sienta tan solo las 24 horas. Sobre todo en casas en las que hay un sólo gato. En lugares en los que hace mucho calor en verano, es importante no dejarlos solos más de un día bajo ningún concepto, las casas aumentan de temperatura, ellos están encerrados, puede volcarse el agua… y los riesgos aumentan.
TEMPORADA LARGA (más de 4 semanas)
Si te vas una TEMPORADA LARGA (1 o dos meses) hay más variables a tener en cuenta. Algunas opciones a considerar:
1. Que el gato se quede en casa
Si tienes posibilidad de que alguien de confianza se instale en tu casa (por ejemplo, un amigo o familiar), esta es una opción estupenda: el gato no cambia de entorno y mantiene su rutina. Una sola visita al día durante tanto tiempo le haría sentirse muy solo.
2. Trasladarlo contigo (solo si se adapta bien a viajar)
Si vas a pasar una temporada larga en una segunda residencia y tu gato ya está habituado a viajar, tiene buena adaptación a otros entornos y el entorno es seguro (sin posibilidad de escaparse, sin otros animales que le alteren), puede ser una opción viable. Pero no se recomienda hacer experimentos si nunca ha viajado antes.
3. Llevarlo a casa de otra persona
Solo si ya conoce el lugar o a la persona, y si el nuevo entorno es tranquilo y estable. Esta opción puede ser más estresante que quedarse en casa solo, así que hay que valorar si el gato tiene buena tolerancia a los cambios.
4. Llevarlo a residencia felina
Dejo para el último lugar las residencias para gatos. No recomiendo esta opción (es mi opición personal), ya que los gatos están lejos de su hogar, de sus cosas, sus olores, sus rutinas y no tienen cerca a su familia. Además de estar rodeado de estímulos desconocidos (ruidos, otros gatos, personas extrañas…). Creo que esta opción puede ser más contraproducente que beneficiosa para el gato. Pero siempre hay casos y situaciones que lo requieren, así que está bien saber que existen este tipo de lugares. Recomiendo visitar el lugar antes de llevarlo, para evitar sorpresas indeseadas a última hora.
CATSITTERS: la opción profesional en casa
Si no tienes a nadie de confianza que cuide de tu familia gatuna, puedes contratar los servicios de un/a CATSITTER PROFESIONAL. Son personas especializadas en el bienestar felino, que realizan visitas a domicilio para que el gato no tenga que salir de casa, y que pueden atenderle y proporcionar todo aquello que los gatos necesitan sin salir de su casa.
Las visitas deberán ser diarias, y no solo para cubrir las necesidades básicas: cambiar agua, poner comida, cambiar arena… Un buen catsitter:
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Observa el comportamiento.
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Detecta posibles señales de malestar.
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Acompaña o jugar con al gato, si el animal así lo desea.
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Respeta su ritmo.
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Se adapta a lo que cada gato necesita.
Muy importante: el gato debe conocer previamente a la persona cuidadora. Una visita de previa antes del viaje es fundamental para que haya confianza y menos estrés.
Yo no soy Catsitter, pero este tema me encanta cómo lo explica Desiré de Mundo Gati en este post sobre ¿Quién cuidará de mi gato mientras estoy de vacaciones?
En resumen, no existe una única solución válida que sirva para todos los gatos. Cada individuo es diferente y lo que funciona bien para uno, puede ser una fuente de estrés para otro. Por eso, lo más importante es valorar cada caso de forma personalizada y planificar con tiempo. Anticiparte te permitirá organizarlo todo con calma, elegir la mejor opción para tu gato y disfrutar de tus vacaciones con tranquilidad, sabiendo que él está bien cuidado y en buenas manos.
* Si necesitas un/a Catsitter, no dudes en preguntarme. Dependiendo de la localidad puedo referirte a los profesionales que ya conozco, o preguntar a algún colega a través de los grupos que manejamos .
