Llevar al gato al veterinario

Llevar al gato al veterinario

Hoy me llegaba esta consulta sobre Comportamiento felino: La tutora de un gato que lo pasa mal cuando quiere meterlo en el transportín, está contando los días para llevarlo al veterinario. Me cuenta que en cuanto lo ve se esconde y que no sabe cómo va a meterlo esta vez.

La historia de este gato y sus antecedentes son algo a tener en cuenta. Es un gato que vino de la calle, fue “capturado” y llevado al veterinario a esterilizar. Tras esto cambio su carácter y tuvo muchas idas y venidas al veterinario. Cuando llegó a casa de su adoptante fue la ultima vez que viajo en transportín. Ha pasado casi un año y le toca revisión anual. La asociacion en la que adoptó el gato tuvo ya dificultades para meterlo dentro antes de llevarlo a su hogar definitivo. Ahora un año después toca ir al veterinario.

Por lo general, el momento de meter a nuestro gato en el transportín para ir al veterinario, suele ser sinónimo de estrés en casa.

Pero podemos contribuir a que se sienta más seguro y relajado, si seguimos unos sencillos pasos. Aunque esto no garantiza nada, al menos estamos poniendo de nuestra parte para que no sea un proceso angustiante:

  • Limpieza del trasnportín: Para empezar, el transportín que uses tiene que estar limpio, sin restos de feromonas de anteriores usos. Los gatos desprenden “hormonas del miedo” que impregnan el receptáculo y le sirven para recibir información sobre el lugar cuando vuelve a usarlo. Asi que límpialo después de usarlo para que no quede ningún olor. Este truco tan sencillo puede suponer un gran cambio. Puedes usar limpiadores enzimáticos o con oxígeno activo para eliminar cualquier rastro.
  • El transportín como un elemento más de la casa: Puedes dejar unos días antes el transportín abierto en casa para que se habitúe y entre y salga a su antojo. Puedes dejar comida o chuches dentro para invitarlo a entrar. Si tienes espacio puedes dejarlo cómo un lugar más para que el gato eche sus siestas, para habituarse a él y no sentirlo como un elemento hostil.
  • Usa una tela o manta: Tapa el transportín con una manta o trapo durante el viaje. Ayuda a que estén mas tranquilos y no ver el exterior, ya que a veces también se marean cuando van en coche.
  • Llegada al veterinario: Al llegar a la cínica u hospital veterinario, no dejes el transportín en el suelo, sitúalo en alto. Hay veterinarios que tienen salas de espera diferentes para perros y gatos, busca si hay alguna clínica «Cat Friendly» en tu localidad. El manejo en positivo hace que el gato esté más tranquilo y no tenga un mal recuerdo de ese lugar.
  • Mantén la calma: Intenta mantener la calma y estar relajado/a. De lo contrario, le transmitirás tu estado al animal.
  • No le fuerces a salir: Al entrar a la consulta, NO le saques a la fuerza ni inmediatamente. Dale tiempo para que salga solo y si no lo hace, retira la parte superior del transportín. Es por esto que los transportines de tela son buenos para el transporte pero no para la consulta del veterinario.
  • Durante la exploración: NO desaparezcas, sitúate cerca para que pueda verte en todo momento. Si puedes ser tu quien le sujete, mejor.

 

Otra opción es que busques un veterinario a domicilio. Si no se trata de una urgencia y es una consulta rutinaria, muchos de ellos acuden a tu casa. De este modo se reduce el estrés del viaje, y el lugar extraño. ¡Tu gato te lo agradecerá!

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Hola! Soy Eva Guerra,

especialista en Comportamiento Felino. 

Te ayudo a comprender mejor a tu gato, mostrándote su punto de vista: pensando como un gato.

Si tu gato tiene algún problema de comportamiento y quieres conseguir una convivencia más armoniosa, contáctame.

También hago: Jardines aromáticos para Gatos, Sesiones de Zoofarmacognosis Aplicada y Flores de Bach para Gatos.

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